Génesis 1:11-15 RVA2015
[11] Después dijo Dios: “Produzca la tierra hierba, plantas que den semilla y árboles frutales que den fruto según su especie, cuya semilla esté en él, sobre la tierra”. Y fue así.
[12] La tierra produjo hierba, plantas que dan semilla según su especie, árboles frutales cuya semilla está en su fruto según su especie. Y vio Dios que esto era bueno.
[13] Y fue la tarde y fue la mañana del tercer día.
[14] Entonces dijo Dios: “Haya lumbreras en la bóveda del cielo para distinguir el día de la noche, para servir de señales, para las estaciones y para los días y los años.
[15] Así sirvan de lumbreras para que alumbren la tierra desde la bóveda del cielo”. Y fue así.
Enlace biblico https://bible.com/bible/1782/gen.1.11-15.RVA2015
Génesis 1:11-15 describe los eventos del tercer y cuarto día de la creación, destacando la formación de la vegetación y los cuerpos celestes.
Versículos 11-12 (Tercer Día: La Tierra produce Vegetación):
> "Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno."
Dios da la orden de que la tierra produzca vegetación, desde plantas hasta árboles frutales. La semilla que cada planta lleva en su interior asegura su reproducción, todo dentro del diseño de Dios. La semilla es un símbolo de vida continua y sustento para las futuras generaciones, mostrando la planificación divina de provisión para toda la creación. Aquí se establece un sistema de vida que se auto-sostiene, donde cada especie se reproduce según su género.
Dios vio que era bueno, lo que significa que todo lo que había creado cumplía perfectamente su propósito.
Versículos 14-15 (Cuarto Día: Las Luces del Cielo):
> "Luego dijo Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. E hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche. Hizo también las estrellas."
Dios crea los cuerpos celestes: el sol para gobernar el día, la luna para gobernar la noche, y las estrellas. Estos cuerpos no solo iluminan, sino que también sirven para marcar el tiempo: días, estaciones, y años. Las luces del cielo no son simples elementos de la naturaleza; tienen un propósito específico dentro del plan divino para ordenar el cosmos y permitir la vida en la Tierra.
Profundización: La Sabiduría y el Propósito de Dios
Estos versículos revelan la intencionalidad y la sabiduría de Dios. Cada cosa creada tiene un propósito en el orden perfecto del universo. La vegetación no solo provee alimento, sino que también perpetúa la vida. Las luces en el cielo no solo separan el día de la noche, sino que también marcan el paso del tiempo, señalando momentos importantes para la humanidad.
El detalle de cada creación nos muestra que Dios es un ser de orden, que establece ciclos y sistemas que son vitales para la vida. En estos versos, Dios no solo crea cosas por crear; cada parte del mundo es un componente esencial de su diseño. La obediencia a este diseño implica reconocer el orden divino y nuestra parte en él.
¿Por qué debemos obedecer a Dios Jehová?
1. Dios es el Creador y Soberano: El relato de Génesis muestra a Dios como el Creador de todo. Como tal, Él tiene autoridad sobre su creación. Obedecer a Dios es reconocer Su soberanía y propósito en nuestras vidas. Todo lo que existe está alineado con Su voluntad, y vivir en obediencia es vivir en armonía con el diseño original.
2. Dios Provee Orden: Los versículos nos enseñan que Dios ha puesto orden en el mundo desde el principio: la vegetación que produce semilla, los cuerpos celestes que regulan el tiempo. Nuestra vida florece cuando seguimos este orden divino, lo que implica una obediencia consciente a las leyes y principios que Dios ha establecido.
3. Dios es Bueno: Cada acto creativo es seguido por la declaración de que “era bueno”. Esto refleja que todo lo que Dios hace es bueno para nosotros, incluso cuando no lo entendemos completamente. La obediencia no es una carga, sino un camino hacia la bondad y la plenitud que Él ha diseñado para nosotros.
4. La Desobediencia Trae Consecuencias: Desde el relato del Génesis, vemos que la desobediencia a Dios rompe el orden que Él ha establecido y trae caos, como se ve más adelante con la caída de Adán y Eva. La obediencia a Dios no solo es una respuesta a Su autoridad, sino una protección contra las consecuencias negativas de ignorar Su voluntad.
5. Un Dios de Relación: Dios no solo es el Creador, sino también un ser relacional que busca conectarse con su creación. La obediencia es la forma en que mantenemos y fortalecemos esa relación con Él. No es solo seguir reglas, sino alinearnos con Su corazón y sus deseos para nosotros.
Conclusión:
Obedecer a Dios es mucho más que cumplir con mandatos; es entender nuestro lugar en Su creación, reconocer Su sabiduría y bondad, y vivir en armonía con el propósito para el cual fuimos hechos.
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